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    Bolivia Bans Dozens of Pesticides, Activists Call for Rest of LAC to Follow

    By Keith R | February 2, 2009

    Topics: Chemicals, Hazardous Substances | No Comments »

          
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    At the close of the meeting of the Latin American section of the Pesticide Action Network (known by its Spanish acronym RAP-AL) in La Paz last week, host country Bolivia announced that it was banning all pesticides with active ingredients classified by the World Health Organization (WHO) as extremely (Class 1a) or highly (Class 1b) hazardous.  According to the latest version (2004) of WHO’s classification system, that would mean banning some 85 ingredients, including well-known ones such as aldicarb, captafol, hexaclhorobenzene, parathion, carbofuran and pentachlorophenol.

    The final declaration adopted by the 150 participants in the meeting called for all other Latin American and Caribbean (LAC) nations to likewise ban Class 1a and 1b pesticide ingredients.  [Temas Note: As I have argued here before, WHO guidelines on environmental health issues do matter, since many LAC governments use them as the basis for crafting mandatory rules and (as we see here) many civil society actors will call on them to do so.] The meeting also called for promoting organic agriculture, toughening pesticide laws to offer greater protection of human health, and creating national chemical management plans in line with the Strategic Approach to International Chemicals Management (SAICM).

    An Exchange of Views, Ideas and Experiences

    The meeting was attended by RAP-AL representatives from Argentina, Brazil, Chile, Costa Rica, Cuba, Dominican Republic, Honduras, Mexico, Panama, Paraguay and Uruguay, as well as a representative of the UN Food and Agriculture Organization’s (FAO) Plant Production and Protection Division.

    The FAO representative discussed a Danish study showing that agricultural producers could cut chemical pesticide use 70-80% without significant economic impacts.  He also recalled that FAO suggests phasing out use of pesticides classified as 1a and 1b, as well as those with carcinogenic, metagenic or reproductive effects and all those covered by the Stockholm (POPs) and Rotterdam (PIC) Conventions.  Cuba discussed how it had replaced about 70% of its chemical pesticide use, in part through biological controls.

    The Mexican representative discussed the upcoming Conference of Parties of the Stockholm Convention, which PAN hopes will add lindane and endosulfan to Convention controls.  The Paraguayan representative discussed how their country in 2008 placed all 1a and 1b pesticides under a special control system.  The representative of Costa Rica discussed restrictions recently placed by his nation on 11 pesticides (including paraquat, endosufan and aldicarb).  The Chilean representative discussed the nine-year battle to finally get lindane banned in December 2007 for household and sanitary use after its ban for agricultural uses.  Panama’s representative discussed the long campaign to get lindane banned, which the Health Ministry recently promised to decree in 2009.

    ______________________

    Desde la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL):

    Bolivia: En reunión internacional de RAP-AL se anuncia prohibición de plaguicidas más tóxicos

    Como cierre magistral de la Reunión Internacional ¨Prohibición de Plaguicidas Extremada y Altamente Tóxicos por la Soberanía Alimentaria¨, la jefa de gabinete del Ministerio de Salud, ingeniera Jenny Carrasco, anunció a nombre del titular de la cartera la decisión del gobierno de poner en su agenda la dictación de un decreto que prohíba los plaguicidas clasificados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como extremada y altamente tóxicos. La reunión, de dos días de duración, fue organizada por la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) y el Centro de Estudios e Investigación en Impactos Socioambientales (CEIISA), organización representante de RAP-AL en Bolivia.

    ¨Los plaguicidas no forman parte de nuestra cultura, fueron introducidos¨, señaló esta autoridad al clausurar el evento que reunió en La Paz a más de 150 personas, entre especialistas internacionales y nacionales, y representantes de organizaciones sociales y campesinas de diversos departamentos del país. Muy emocionada, la funcionaria de gobierno agregó que ¨estos reactivos de la muerte están afectando a los más pobres de nuestro país¨.

    Momentos antes se habían presentado en el acto de clausura del evento dos jóvenes de RAP-Sucre, quienes descubrieron y denunciaron recientemente la muerte de 11 trabajadores de ese departamento, quienes se habían alojado en una habitación donde se almacenaban plaguicidas (Nurelle 25 D, Karate y Abonofor). Los afectados murieron durante el sueño, producto de la aspiración de estos agrotóxicos.

    Asimismo, Jenny Carrasco felicitó a Tania Santiváñez, directora de CEIISA y coordinadora nacional de RAP-Bolivia, ¨por sus años de lucha contra los plaguicidas¨.

    La noticia, que corona tantos años de esfuerzos, no sólo fue recibida con aplausos, sino también con profunda emoción por los asistentes. Entre ellos, por los representantes de RAP-AL de México, Cuba, Costa Rica, Panamá, Honduras, República Dominicana, Paraguay, Argentina, Uruguay, Chile, Brasil y Bolivia.

    Apertura auspiciosa

    Esta reunión internacional se inició el 28 de enero con la presencia de la viceministra de Desarrollo Rural, Recursos Naturales y Medio Ambiente, licenciada Teresa Morales, quien expresó que el gobierno boliviano tenía toda la disposición a comprometerse con las organizaciones sociales para solucionar el problema generado por el uso de agrotóxicos. Destacó que la nueva Constitución Política de la República de Bolivia, recientemente aprobada, reconoce entre los derechos de primera prioridad el derecho a la seguridad alimentaria con soberanía.

    En el acto inaugural, luego de la bienvenida de Tania Santiváñez, el coordinador regional de RAP-AL, ingeniero agrónomo Javier Souza, hizo una presentación general del problema. Se refirió a las muertes, a las enfermedades irreversibles y a los graves daños al medio ambiente que producen los agrotóxicos en general y, en particular, los plaguicidas extremada y altamente tóxicos (1a y 1b). Afirmó que esto es evitable, porque “hay alternativas, no vamos a morir de hambre si dejamos de usar plaguicidas”. A la vez, Javier Souza enfatizó que eliminar su uso es, en primer lugar, materia de decisiones políticas.

    Los desafíos

    En la primera sesión de la jornada se analizaron diferentes aspectos relacionados con la prohibición de plaguicidas.

    Javier Souza expuso los principales desafíos que deben enfrentar las organizaciones sociales para lograr ese objetivo, lo que implica vencer a las empresas transnacionales que controlan la producción y el comercio de plaguicidas y semillas a nivel mundial. Planteó la necesidad de informar, de convencer a los tomadores de decisiones, de continuar investigando el impacto de los plaguicidas (especialmente en enfermedades crónicas) y, sobre todo, demostrar que hay alternativas agroecológicas.

    Por su parte, Mark Davis, de Gestión y Manejo de Plaguicidas de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), quien estuvo presente tanto en la inauguración como en la clausura del evento, presentó una exposición con la postura de este organismo. Sostuvo que según un estudio efectuado en Dinamarca se puede reducir el uso de 70% a 80% de los plaguicidas sin tener pérdidas económicas significativas. Agregó que en algunos casos se pueden eliminar todos los agrotóxicos, pero en el caso de pestes migratorias (langostas, oruga militar, etc.) o de amenazas mayores “hay que seguir usándolos”.

    Davis recordó que el consejo de la FAO realizado en noviembre de 2006 recomendó reducir los riesgos en la manipulación y aplicación de plaguicidas -llevando a la práctica el Código de Conducta creado por este organismo-, como también la prohibición progresiva de agrotóxicos de alto riesgo. La FAO ubica en esta categoría a las formulaciones de plaguicidas 1a y 1b -no principios activos-, como también los agrotóxicos con efectos cancerígenos, mutagénicos y reproductivos, y aquellos incluidos en los Convenios Internacionales de Estocolmo (sobre COPs), Rotterdam y Montreal.

    A continuación, Fernando Bejarano, de RAPAM/ RAP México, se refirió a la prohibición de plaguicidas en el Convenio de Estocolmo, que en mayo próximo discutirá la inclusión de los plaguicidas lindano y endosulfán en la lista de contaminantes orgánicos persistentes (COPs) que deben ser eliminados del planeta. Asimismo, analizó las principales disposiciones del Convenio de Rótterdam, del Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos a Nivel Internacional (SAICM) y del Código de Conducta de la FAO.

    Situación de Bolivia

    A través de diversas exposiciones de representantes de instituciones de gobierno, como SENASAG y Contraloría, se entregó una visión de las políticas y acciones tendientes a lograr la prohibición de los plaguicidas extremada y altamente tóxicos en Bolivia, así como de algunos avances en el control y gestión de agrotóxicos.

    Por parte de la sociedad civil, Tania Santibáñez se refirió a la Campaña por la Prohibición de Plaguicidas 1a y 1b impulsada por CEIISA en Bolivia. En tanto, Víctor Machaca y Delma Cusicanqui, en representación de los movimientos sociales, expresaron la ausencia de resultados, hasta ese momento, a pesar de todos los esfuerzos desplegados para conseguir que se elimine el uso de los plaguicidas más tóxicos.

    Desde el mundo académico, la doctora Margot Franken, de la Unidad de Calidad Ambiental de la Universidad Mayor de San Andrés, expuso evidencias científicas sobre contaminación de endosulfán y metamidofos en la alta cordillera boliviana.

    Experiencias exitosas

    Representantes de RAP-AL de distintos países dieron a conocer algunas experiencias positivas de eliminación de agrotóxicos.

    José Restrepo, de RAPALMIRA (RAP-Colombia) hizo una síntesis del proceso de lucha que encabezó esta organización liderada por la ingeniera agrónoma Elsa Nivia hasta lograr la total prohibición del endosulfán en el año 2001. En total, fueron 23 años.

    Hebe González, de Alter Vida (RAP-Paraguay), se refirió al proceso que condujo a la prohibición de los plaguicidas metamidofós y monocrotofós. Y más recientemente, a una resolución de julio de 2008 que dejó a los plaguicidas 1a y 1b sujetos a un sistema de venta controlada. Los principales aliados que ha tenido esta organización son funcionarios del Ministerio de Salud.

    Fernando Ramírez, de IRET/ RAP-Costa Rica, presentó el caso de la prohibición del monocrotofós y las restricciones para el uso de otros 10 plaguicidas, entre ellos paraquat, endosulfán, carbofurano, metomil y aldicarb, aprobadas entre octubre de 2007 y octubre de 2008.

    María Elena Rozas, de Alianza por una Mejor Calidad de Vida (RAP-Chile), expuso el proceso de lucha que permitió lograr la prohibición del lindano para uso sanitario y doméstico en diciembre de 2007, nueve años después que el uso de este plaguicida fue prohibido en la agricultura de ese país.

    Raúl Carranza, de CEREB/RAP-Panamá, relató la experiencia de la campaña por la prohibición del lindano y del carbofurano. Hasta ahora sólo se ha conseguido restringir el uso del lindano para niños menores de 2 años, junto con la promesa del Ministerio de Salud de decretar su prohibición el año 2009.

    Soberanía Alimentaria

    Durante el segundo del encuentro, se analizó el concepto de soberanía alimentaria y se intercambiaron visiones sobre cómo avanzar hacia el pleno ejercicio de este derecho. En esta parte de la reunión se contó con las exposiciones de Danilo Quijano, de PAN para el Mundo, y Javier Souza, de RAP-AL.

    Posteriormente, Janet Fuentes, Ivanova Castellón y Magui Mora, de CEIISA, dieron a conocer una valiosa experiencia de trabajo con niños y niñas en una escuela del área rural de Tiquipaya, en el departamento de Cochabamba, donde los estudios convencionales se combinan con educación ambiental y labores de agricultura orgánica. ¨Estamos formando protagonistas de seguridad y soberanía alimentaria¨, destacaron las docentes. Esta fue una de las experiencias que más impactó a los participantes en la reunión y que se intentará reproducir en otros países.

    También impresionaron las experiencias realizadas en Cuba sobre alternativas al uso de plaguicidas. La experiencia fue presentada por la catedrática y experta en el tema Nilda Pérez, coordinadora nacional de RAP-AL en ese país. Cuba logró sustituir el 70% de los plaguicidas que se utilizaban en la agricultura aplicando la tecnología de manejo ecológico de plagas, basado principalmente en biodiversidad, manejo agroecológico de suelos y control biológico de plagas.

    El programa incluyó otras conferencias y paneles, antes de comenzar un trabajo de talleres que concluyó en un plenario donde se aprobó la siguiente declaración.

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